Entrevista con Felisberto Martinho, CEO de Sun City

Hablamos con el máximo responsable de Sun City sobre el papel del cine en el licensing y el impacto de las nuevas plataformas de contenidos y los efectos del Covid-19 en el sector.

El cine ha sido uno de los grandes afectados por la crisis que ha provocado el Covid-19, con salas que han tenido que cerrar y producciones que se han paralizado durante la pandemia. Estos cambios han tenido también un impacto directo en la industria del licensing, un sector que históricamente se ha nutrido de las propiedades surgidas de las películas. Para analizar el papel del cine en el sector de las licencias y los cambios que está experimentando el sector, conversamos con Felisberto Martinho, CEO de Sun City.

- ¿Qué peso tiene actualmente el cine en el licensing? ¿Cree que seguirá siendo importante?
- El cine ha sido desde siempre uno de principales impulsores del licensing. Los estrenos generan nuevos contenidos, personajes e historias que, a su vez, generan muchos acuerdos de licensing. Estamos seguros que, aunque la industria del cine esté reinventando sus canales de distribución y su forma de comunicación con el consumidor, seguirá siendo una de las principales claves del licensing, no solo por todo el contenido generado, sino también por las sinergias que se generan con los estrenos (comunicación, posibilidad de secuelas, estrategias de posicionamiento de las licencias…).

- ¿Cuáles cree que son los principales factores que explican el éxito de las propiedades con origen en el cine?
- Las propriedades con origen en el cine tienen muchos factores que ayudan en su éxito. Por un lado, tenemos toda la comunicación previa al lanzamiento de la propiedad (es importante un buen plan de comunicación para el correcto posicionamiento de la propiedad en el mercado). La historia y los personajes también son elementos clave, ya que el consumidor se identifica con ellos. Y a todo ello le añadimos también el trabajo que se desarrolla a lo largo de toda la cadena del licensing (propietarios, agentes, licenciatarios y detallistas), cuya sinergia es fundamental para lograr el éxito de una propiedad en el mercado.

- ¿Con la aparición de las nuevas plataformas de contenidos, el cine está perdiendo terreno frente a las series?
- El cambio en los hábitos de consumo de contenidos audiovisuales es una realidad, y como apuntan los estudios, cada vez ganan más peso las plataformas de streaming y de vídeo bajo demanda. Hay una clara democratización de los contenidos audiovisuales, donde el consumidor escoge dónde, cómo y cuándo lo quiere ver. Sin embargo, creemos que estas nuevas plataformas no canibalizan el cine, ya que todavía existe la emoción de asistir a un estreno en el cine -momentos muchas veces compartidos con amigos y familia-. Sí que observamos, no obstante, una oportunidad para que el cine se reinvente y se adapte a las nuevas plataformas, algo que les permitiría profundizar y ampliar el contenido de las películas, generando así más contenido y valor añadido a las propiedades que se lanzan a través del cine. Creemos que es posible la coexistencia y sinergia entre ambos canales.

- ¿Cómo cree que está afectando y cómo afectará el COVID-19 a la industria del cine y los programas de licencing vinculados?
- La crisis sanitaria ha afectado todo el canal del mercado de productos licenciados. El confinamiento y encierro necesario de los mercados ha desplazado todo el circuito normal del mercado. Hemos visto el aplazamiento de muchos estrenos como consecuencia del cierre de los cines o incluso la paralización de las grabaciones. Creemos que esta situación servirá para que la industria en general se reivindique y el cine se tendrá que reinventar, ya sea cambiando la manera en la que se graban las películas o adaptándolas a los diferentes canales de distribución. De hecho, ya estamos viendo algunos de estos cambios, y el Covid-19 tan solo ha acelerado el proceso. La reinvención hacia los diferentes canales de distribución tendrá un efecto directo en los programas de licensing vinculados, aunque lo vemos como un cambio positivo, ya que en definitiva nos estamos adaptando a las nuevas necesidades del consumidor.